La Dra. Saray Myhill, especialista en Medicina Ambiental, explica su experiencia con la microinmunoterapia y la describe como una manera elegante de abordar los trastornos inmunitarios, un enfoque que encaja perfectamente en su práctica clínica cotidiana.
Soy médico de formación, licenciada en 1981 y especializada en Medicina Ambiental, y tengo mi propia consulta donde ejerzo en el Reino Unido. Esta especialidad gira en torno a buscar las causas fundamentales de las enfermedades. Para ello, tenemos muchas herramientas fabulosas: suplementos nutricionales, dietas, regímenes de desintoxicación, tratamientos a base de plantas, técnicas manuales, etc. Sin embargo, sabemos que muchos procesos patológicos son el resultado de una disfunción inmunológica: el sistema inmunológico se comporta de manera errónea (autoinmunidad o alergia a agentes a priori benignos) o ignora un patógeno contra el que debería estar combatiendo (p. ej., infección crónica por EBV).
Incluso los médicos más tradicionales luchan contra estas enfermedades porque las herramientas que emplean, tales como esteroides e inmunosupresores, carecen de sutileza y delicadeza. Los efectos secundarios suelen ser muy graves, un caso tipo: «La operación fue un éxito, pero el paciente ha fallecido».
La microinmunoterapia aborda estos trastornos inmunitarios de una manera elegante. Lo considero como una especie de psicoterapia para el sistema inmunológico. La idea de esta terapia es reeducar al sistema inmunológico para que actúe de manera adecuada; esto puede ser para que no reaccione contra agentes a priori benignos (como ácaros o polen de pasto) o contra uno mismo (enfermedad autoinmune) con una inflamación inadecuada, dolorosa y dañina. Puede ser también para que enfoque su poder inflamatorio hacia un patógeno sigiloso que se esconde dentro del organismo y que conduce a patologías como el cáncer o una enfermedad degenerativa. ¡La microinmunoterapia es un proceso educativo para el sistema inmunológico!
Por tanto, he descubierto que la microinmunoterapia encaja perfectamente en la medicina que practico. Es una progresión lógica más allá de lo que ya hago y se ha convertido en una herramienta muy útil. No soy aún una experta en el campo, pero estoy aprendiendo de forma exponencial y ya he podido apreciar algunos éxitos notables. Varios pacientes con EM (síndrome de fatiga crónica con inflamación) han mejorado, un paciente con Covid persistente está viendo beneficios y otro con cáncer de larga duración, autoinmunidad y artritis severa comentó: “Me aterroriza renunciar a la fórmula MISEN. Estoy muy agradecido de que haya funcionado tan bien.”
La medicina ambiental es solo una de las muchas áreas terapéuticas en las que la microinmunoterapia puede integrarse. ¡Descúbralas todas!