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¿Cuál es el enfoque de la microinmunoterapia en dermatología?

(Newsletter mayo 2019)

Redacción: Asociación Española de Microinmunoterapia

La piel puede considerarse como un verdadero órgano multifuncional, de gran importancia para nuestra salud. No solo actúa como una barrera, sino que también desempeña varias funciones, como la termorregulación, la recepción y transmisión de señales sensoriales o la síntesis de hormonas (p.ej. la vitamina D). La piel también tiene una importante función de regulación inmunitaria, ejercida no solo por los elementos inherentes al sistema inmune sino también por la flora cutánea. La piel es una de las principales dianas en inmunopatología.

En las enfermedades que afectan a la piel, la microinmunoterapia, inmunoterapia a bajas dosis (low y ultra-low doses), está dirigida principalmente a regular la respuesta inmunitaria, con el objetivo de restablecer su eficacia a largo plazo.

A continuación, se presentan de forma resumida algunos de los campos de aplicación de la microinmunoterapia en dermatología.

Infecciones recurrentes por herpes simple

El virus herpes simplex tipo I (VHS I), involucrado en las infecciones orofaciales/labiales por herpes y en algunos herpes genitales, pertenece a la familia herpesvirus, caracterizado por tener un ciclo corto de replicación, una rápida diseminación entre células y por su capacidad para establecer una infección latente. Existen tres fases diferentes en la patogenia del VHS: infección aguda, latencia y reactivación. La mayoría de las reactivaciones del virus herpes simplex se deben principalmente a algunos de los siguientes factores: estrés, inmunodeficiencia, exposición a rayos UV, menstruación, otras infecciones, etc. El estado del sistema inmunitario del huésped, especialmente a nivel celular (células T CD8 + y células NK) determinará el riesgo de infección, su gravedad y la frecuencia de recidiva.

Infecciones virales causadas por el virus varicela-zóster

Después de la infección primaria, el virus varicela-zóster permanece latente en los ganglios nerviosos sensoriales, y bajo control del sistema inmunitario. La infección aguda se caracteriza por los granos típicos de la varicela que causan picor. La reactivación viral, que se manifiesta como herpes zóster, se debe principalmente a una bajada de las defensas. Los episodios de herpes zóster, caracterizados por una erupción cutánea vesicular, localizada en uno o más dermatomas, pueden ser sucesos aislados y de evolución normalmente favorable, o pueden progresar a complicaciones más graves como la neuralgia postherpética o herpes zóster oftálmico.

Verrugas comunes, planas y plantares

El virus del papiloma humano (VPH) puede presentarse en el huésped en varias formas. Dependiendo del serotipo, la infección por VPH puede estar relacionada con manifestaciones verrucosas (por ejemplo, los VPH 1, 2 y 3 suelen ser la causa de las verrugas que aparecen frecuentemente en la piel de los niños), o favorecer la aparición de lesiones escamosas intraepiteliales en el cuello uterino que pueden evolucionar a lesiones cancerosas. Entre las verrugas cutáneas, se encuentran las verrugas vulgares (verruca vulgaris), plantares (verruca plantaris) y planas (verruca plana). El estado del sistema inmunitario es uno de los factores que influyen en la aparición de las verrugas.

Infecciones por el virus del papiloma humano (VPH)

Las verrugas anogenitales o condilomas son variantes de la infección por VPH, una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. Pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y tienen una alta incidencia entre pacientes inmunodeprimidos. Los serotipos 6 y 11 del VPH, de bajo riesgo oncogénico, son los que con mayor frecuencia se presentan en forma de verrugas genitales. Entre los factores de riesgo se encuentran la predisposición individual, las coinfecciones (p. ej., Clamidia, herpes, VIH), inflamación crónica, tabaquismo, el estado hormonal, inmunitario y nutricional.

Otras consideraciones

Es importante tener en cuenta que, además de las afecciones estrictamente consideradas como “enfermedades de la piel”, hay otros muchos trastornos que se caracterizan por presentar expresión en la piel. Algunas enfermedades autoinmunes, como la esclerodermia, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, el vitíligo y la alopecia areata son ejemplos de ello.

En todos los casos, pero especialmente en estos trastornos más complejos, se recomienda encarecidamente realizar un estudio inmunitario del paciente, utilizando herramientas de diagnóstico como el tipaje linfocitario o las serologías, que pueden servir para orientar mejor la estrategia terapéutica en microinmunoterapia.

Otros artículos relacionados con la dermatología

1. Barber, E. Psoriasis: fisiopatología, etiología, tipos y estrategia terapéutica personal, Revista Nuevo Contact nº25. Marzo 2017.
2. Lenas, C. Etiología y fisiopatología de la esclerodermia. Newsletter AEMI, marzo 2017.
3. Blum, P. La neuralgia post-herpética. Newsletter AEMI, octubre 2016.
4. Folin, M.C. Las verrugas en niños, una manifestación habitual de la infección por VPH. Newsletter AEMI, noviembre 2015.

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