Regular sin suprimir. Una forma de tratar que respeta la biología del individuo, pero actúa con precisión inmunológica. En esto se centra la microinmunoterapia.
Desde un desequilibrio moderado a una alteración funcional importante, los desajustes de la inmunidad subyacen en muchas de las patologías que sufrimos a diario. Si bien, en la mayoría de los casos, el sistema inmunitario es el gran olvidado en el abordaje terapéutico.
¿Qué tienen en común estas situaciones?
Todas ellas, son consecuencia de reacciones desequilibradas en las que los mecanismos de autorregulación naturales se han agotado o bloqueado. Restaurar el diálogo celular es clave.
La microinmunoterapia es una modalidad terapéutica que busca restablecer la competencia del sistema inmunitario para protegerse (ante patógenos) y tolerar (ante autoinmunidad o inflamación) apoyando de forma natural las reacciones de regulación y restauración del cuerpo.
Se trata de modular sin bloquear vías metabólicas esenciales, para equilibrar la actividad inmunitaria a nivel celular y funcional, y reeducar la respuesta a largo plazo.
El sistema inmunitario forma parte de la red de conexiones que tenemos en nuestro organismo y es un punto central de regulación. Mejorar la inmunidad del paciente es facilitar recuperaciones más rápidas, disminuir sintomatología, evitar la aparición de complicaciones o la necesidad de recurrir a tratamientos de mayor impacto.
En microinmunoterapia se trabaja sobre distintos ejes:
La microinmunoterapia es una modalidad de inmunomodulación. Si bien, a diferencia de los enfoques clásicos, los tratamientos de microinmunoterapia se componen de bajas dosis de citoquinas y otros mensajeros con poder inmunológico, con el fin de hablar el mismo idioma que el cuerpo, y en concentraciones que no resulten agresivas sino fisiológicas. Esto la convierte en una terapia al alcance de todo profesional sanitario, útil para abordar el estado inmunológico en el día a día de la consulta.
Según el desequilibrio inmunitario del paciente, el sanitario puede recurrir a distintas fórmulas de microinmunoterapia, distintas combinaciones de moléculas inmunológicas. Estos tratamientos se administran de forma sublingual y en orden cronológico, en secuencias que imitan los tiempos y ritmos naturales de la respuesta, buscando “entrenar” el sistema inmunitario y reforzar la memoria de las células de defensa.
La microinmunoterapia puede utilizarse en la práctica clínica como terapia en solitario o bien integrada dentro de una estrategia terapéutica global ya que, por su formulación en bajas dosis, no suele causar iatrogenia. La clínica es muy importante para reconocer cuando algo le ocurre a la inmunidad y escuchar al paciente es fundamental. En casos complejos, para reconocer el desajuste inmunitario y orientar el tratamiento el sanitario podrá necesitar de analíticas o un perfil inmunológico específico.
Integra el abordaje de la inmunidad en tu razonamiento clínico, sea cual sea tu especialidad
En la Asociación Española de Microinmunoterapia promovemos iniciativas de formación en microinmunoterapia y creamos espacios de encuentro, para ayudar al sanitario a tratar y acompañar a su paciente desde una perspectiva inmunitaria.
Inscríbete ahora y obtén el acceso gratuito a un webinar de pago
en la función inmunitaria y el descubrimiento de moléculas inmunomoduladoras (citoquinas, hormonas y neurotransmisores). El Dr. Maurice Jenaer, inspirado por los efectos positivos de los nucleótidos de ADN y ARN en bajas concentraciones sublinguales, exploró la eficacia de las citoquinas por la misma vía. Descubrió que dosis bajas de mensajeros inmunitarios sublinguales reducían los efectos secundarios y al mismo tiempo ofrecían un potencial terapéutico significativo.
Hoy en día, el uso clínico de estas sustancias se ha ampliado, lo que confirma su potencial inmunomodulador. Además, los avances en nanofarmacología, bioquímica y biología molecular continúan ampliando los horizontes de investigación en la regulación del sistema inmunológico.
