(Newsletter marzo 2019)
Redacción: Asociación Española de Microinmunoterapia
Enfermedades de transmisión sexual, micosis, endometriosis, lesiones precancerosas, cáncer de cuello de útero y de mama: casi toda mujer presenta, a lo largo de su vida, algún problema ginecológico que puede llegar a afectar no solo su bienestar físico sino también emocional. El desarrollo y la progresión de estas afecciones están íntimamente relacionados con alteraciones del sistema psiconeuroinmunoendocrino. De ahí la importancia de reequilibrar estos ejes y restablecer la homeostasis en el organismo, teniendo en cuenta a la persona en su totalidad.
En este sentido la microinmunoterapia –una inmunoterapia en low-doses dirigida a favorecer una respuesta inmunitaria óptima– puede jugar un papel importante en el marco de una estrategia terapéutica frente a problemas ginecológicos. El uso de mediadores inmunitarios en bajas dosis la convierte en un tratamiento no agresivo y bien tolerado por el organismo.
A continuación, se presentan de forma resumida algunos de los campos de aplicación de la microinmunoterapia en ginecología.
Trastornos asociados a infecciones por el HPV
La infección por el virus del papiloma humano (HPV) representa una de las infecciones de transmisión sexual más prevalentes en el mundo y uno de los principales motivos de consulta ginecológica en mujeres mayores de 25 años. Los subtipos de bajo riesgo del HPV pueden causar lesiones benignas (verrugas genitales o condilomas), mientras que los subtipos de alto riesgo han sido implicados en el desarrollo de lesiones premalignas y cáncer (entre otros, cáncer de cuello uterino, de vulva y vagina)1.
Herpes genital
El virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2) es la causa principal del herpes genital, un problema mundial según indica la Organización Mundial de la Salud1. En ocasiones, puede ser provocado también por el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1). Por lo general, estas infecciones transcurren de forma asintomática. Sin embargo, en algunos pacientes provocan vesículas dolorosas en el lugar infectado. Además, hay evidencias de que las infecciones por el HSV-2 aumentan el riesgo de contraer y transmitir el VIH4.
Clamidias
La infección del tracto genital por Chlamydia trachomatis representa en la actualidad la infección bacteriana de transmisión sexual más frecuente. Entre las complicaciones asociadas se pueden mencionar la enfermedad pélvica inflamatoria, el embarazo ectópico, la infertilidad o la artritis reactiva1.
Micosis vaginal
La micosis vaginal -provocada en gran parte por la proliferación del hongo Cándida albicans- es muy frecuente entre las mujeres y aparece como consecuencia de una alteración de la flora vaginal protectora y/o de un desequilibrio inmunitario1. Secreción vaginal abundante, enrojecimiento e irritación de la zona de la vulva y picor son algunos de los síntomas de este trastorno ginecológico.
Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad crónica que se caracteriza por la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Además, su fisiopatología está asociada con daño inflamatorio y disfunción inmunológica1. Esta patología afecta entre el 5% y el 20% de las mujeres en edad fértil y va acompañada, entre otros, de dismenorrea, sangrado uterino anómalo e incluso problemas reproductivos.
Tumores sólidos
El cáncer de mama y el cáncer ginecológico (ej. de cuello uterino, de ovario) son algunos de los tipos de cáncer más prevalentes en la mujer. La inmunidad juega un papel importante en el desarrollo y progresión tumoral. Por un lado, el sistema inmune es capaz de detectar y eliminar las células tumorales y, por otro lado, puede crear un microambiente en el que se promueve el crecimiento tumoral.
Conclusión
La microinmunoterapia ofrece numerosas posibilidades terapéuticas en el campo de la ginecología, siendo una herramienta valiosa para controlar los trastornos que afectan el bienestar de la mujer y mejorar de forma considerable su calidad de vida.
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