(Newsletter julio y agosto 2015)
Dr. Diego Jacques Grauwet
Entre las enfermedades o trastornos que se dan a nivel genital, las infecciones por Herpesvirus (VHS) y Papilomavirus (VPH) son las más frecuentes. El sistema inmunitario juega un importante papel en la resolución de estas infecciones, así como en el control de las enfermedades asociadas (por ejemplo, procesos oncológicos asociados al VPH).
Infecciones por el virus Herpes simplex
Los virus herpes (VHS) de tipo I y II son virus de ADN de doble hebra, rodeados por una envoltura, que se replican en el núcleo de la célula. Mientras que el VHS-I causa habitualmente lesiones orolabiales, el VHS-II provoca infecciones a nivel genital. Estos virus penetran en el organismo a través de las mucosas y se replican en las células epiteliales, provocando inflamación y destrucción del tejido. Esta primera fase se caracteriza por la aparición de vesículas herpéticas. Posteriormente, el virus migra hacia las células ganglionares de las neuronas sensoriales, donde permanecerá en fase de latencia hasta la siguiente activación.
Cuando nuestro organismo detecta la entrada del VHS, pone en marcha toda una serie de mecanismos inmunológicos que determinarán el resultado de la infección. En concreto, el virus es reconocido por receptores propios de la célula, como los receptores Toll-Like (TLRs) que iniciarán una cascada de señalización intracelular y pondrán en marcha la secreción de citoquinas, como los interferones alfa, beta y gamma, esenciales en la activación de células T y Natural Killer (NKs).
No obstante, se ha visto que estos virus disponen de varios mecanismos para evadir la respuesta inmunitaria. Pueden regular a la baja la expresión de moléculas HLA de clase I, reduciendo la capacidad de los linfocitos T citotóxicos para reconocer y eliminar las células infectadas. Por otro lado, durante el contexto inflamatorio inducido por los interferones, los queratinocitos de la epidermis tienden a expresar moléculas HLA-II, que presentan antígenos al sistema inmune para activar las células TCD4+. Se ha visto que la presencia de estas moléculas en células que no son presentadoras de antígeno profesionales se correlaciona con la aparición de enfermedades autoinmunes y cáncer.
La fórmula HERP se utiliza en estos casos de infección por virus Herpes simplex para favorecer y reequilibrar la respuesta inmunológica, impidiendo que el virus se multiplique e infecte nuevas células. Además, también tiene como objetivo evitar la inflamación excesiva, controlando la aparición de enfermedades asociadas.
La posología recomendada de la fórmula HERP es la que se describe a continuación:
- 2 a 3 cápsulas al día durante el pródromo, hasta desaparición de los síntomas
- 1 cápsula al día como tratamiento de mantenimiento, de 3 a 6 meses.
Infecciones por el virus del Papiloma Humano
Al igual que el virus herpes, el virus del papiloma es también un virus de ADN de doble hebra. Cuando entra, busca integrarse en el ADN de nuestras células para poder sobrevivir y replicarse. Tiene como diana el epitelio pavimentoso estratificado, como el que encontramos en la piel, epitelio vaginal y zonas de junción (cérvix). Es un virus sin envoltura, lo que le hace especialmente virulento, pero además tiene la capacidad de inmortalizar las células infectadas, pudiendo causar cáncer. De hecho, se ha demostrado que existe una relación entre la elevada prevalencia de cánceres de cuello uterino y las infecciones por este virus.
Cuando el virus entra en nuestras células, pone en marcha toda una maquinaria para producir distintas proteínas víricas. Por un lado, se producen unas proteínas precoces (early) que ayudan al virus a integrarse y «engañar» a la célula para que continúe la división celular, manipulando proteínas celulares, como la p53, la p21 o la pRb. También se producen otras proteínas tardías (late) que formarán la cápside vírica. Además, el reconocimiento del virus por los TLRs inicia un ambiente inflamatorio que obstaculiza la apoptosis de la célula infectada.
Aunque normalmente el 90% de las mujeres infectadas eliminan el virus por sí mismas, cuánto más mayores y más débil está el sistema inmunitario, más aumentan las infecciones por este virus. Además, la gran cantidad de metales pesados, pesticidas y otros tóxicos que encontramos en la actualidad, influyen directamente en el sistema inmunológico y se relacionan con un aumento en las infecciones por VPH. De hecho, muchas de estas sustancias también pueden ser causa de infertilidad. Dada la gravedad de las infecciones persistentes, resulta necesario apoyar el sistema inmunológico en la lucha contra estos virus.
La fórmula PAPI está indicada para el apoyo inmunitario durante las infecciones por papilomavirus y los trastornos relacionados como los condilomas anogenitales y las displasias cervicales. La posología recomendada es de 1 cápsula al día durante un periodo mínimo de 6 meses.
Por otro lado, en casos de riesgo de neoplasias de tipo CIN II o CIN III, esta fórmula puede utilizarse también en combinación con la fórmula C1 a una posología de 1 cápsula al día de cada fórmula durante un mínimo de 6 meses. De hecho, la fórmula C1 también está recomendada para casos de cáncer de ovario y cáncer de mama usando esta posología.
Conclusión
La Micro-Inmunoterapia es un tratamiento muy valioso en mi práctica cotidiana y es mi primera elección ante casos de infecciones víricas a nivel genital, ayudando a mejorar la calidad de vida de mis pacientes.