Carrito

cerrar

La neuralgia postherpética

(Newsletter octubre 2016)

Dra. Petra Blum (Tegernsee, Alemania)

Mientras que las bacterias existen desde hace más de 3.000 millones de años, los virus tan solo aparecieron hace unos 500 millones de años. Esto supone para el sistema inmune un mayor «esfuerzo» a la hora de combatirlos.

El virus varicela-zóster

El presente artículo se centra en uno de los ocho tipos de virus herpéticos que suelen provocar enfermedades en humanos, el virus varicela-zóster (VVZ).

Este virus se manifiesta durante la infección primaria en forma de varicela y aparece casi siempre en la infancia. La infección se transmite por aerosoles, por lo que el virus penetra en el torrente sanguíneo a través del tracto respiratorio. Desde ahí llega a la piel y causa las correspondientes alteraciones cutáneas. La varicela evoluciona habitualmente sin complicaciones.

Al igual que los demás virus herpéticos, el VVZ causa una infección que persiste toda la vida. Después de la primoinfección, se traslada a las células ganglionares de los nervios sensoriales, donde se mantiene en fase latente hasta la siguiente reactivación. En esta fase existe genoma viral aunque no se produce replicación del virus. Pero cuando el sistema inmunitario del paciente se ve desbordado, pierde el control necesario sobre el virus y éste se reactiva.

Al reactivarse, aparece el denominado herpes zóster. La fase de reactivación parte de una raíz sensorial de un ganglio espinal o del trigémino. Los pródromos del zóster pueden presentarse hasta cinco días antes de la aparición de las vesículas. A menudo el paciente padece malestar y dolor en el dermatoma afectado. A continuación, unas eflorescencias acompañadas de dolor y picor se extienden por la zona de inervación afectada. También aparecen unas vesículas agrupadas que pierden su carácter infeccioso después de secarse.

En alrededor un 15% de los casos puede afectar a los ojos (Herpes Zoster ophtalmicus) o a los oídos (Herpes Zoster oticus). En cualquier caso, la zona afectada debe aislarse terapéuticamente a fin de evitar una generalización de la infección.

Se sabe que en el herpes zóster la intensidad del dolor aumenta con la edad y que este puede persistir hasta un mes después de remitir el brote. Si el dolor continúa durante más de tres meses, estamos ante una neuralgia postherpética. En el dermatoma previamente afectado pueden aparecen dolores neuropáticos así como disestesia o parestesia. La neuralgia postherpética constituye un gran desafío tanto para los pacientes como para los terapeutas en cuanto a la búsqueda de soluciones para aliviar y/o eliminar el dolor.

Diagnóstico

Por lo general, en los cuadros descritos se puede efectuar un diagnóstico visual. En los casos dudosos, se pueden realizar estudios serológicos o también pedir una PCR del VVZ.

Tratamiento

El tratamiento convencional consiste en la administración local o sistémica de aciclovir u otros virustáticos. En materia de prevención, existe también una vacuna para el herpes zóster, autorizada en EE.UU. desde el año 2006 (recomendada a adultos mayores de 50 años). Con esta vacuna se evitaría la reactivación del virus estimulando las células T específicas del VVZ. No obstante, la vacuna no está indicada para la fase aguda.

Personalmente no tengo experiencia con la vacuna, ya que utilizo con mucho éxito la fórmula de microinmunoterapia ZONA. Desde que trabajo con microinmunoterapia, no he constatado ningún caso de neuralgia postherpética después de infecciones agudas por el virus varicela-zóster, ni en pacientes jóvenes ni en los mayores.

Esta fórmula, constituida por varias citoquinas y ácidos nucleicos en diferentes diluciones va dirigida a:

  • Inhibir la replicación y diseminación del virus varicela-zóster de una célula a otra.
  • Favorecer una reacción inmunitaria eficaz frene al VVZ.
  • Contrarrestar la persistencia del VVZ y las enfermedades asociadas a la misma.

La fórmula ZONA se administra en casos de infección aguda por el virus varicela- zóster según la pauta siguiente y según la clínica del paciente:

  • Varios días –> hasta 4 x 1 cápsula/día (4 cápsulas repartidas a lo largo del día)
  • Después varios días –> 3 x 1 cápsula/día
  • A continuación, y hasta la mejoría de los síntomas –> 2 x 1 cápsula/día
  • Dosis de mantenimiento –> 1 cápsula/día (según los resultados serológicos y/o la clínica del paciente, la dosis de mantenimiento se puede prolongar de 3 a 6 meses).

A continuación, se presenta el caso de un paciente con una neuralgia postherpética que he tratado en mi consulta.

Caso clínico

En mayo de 2015 acude por primera vez a mi consulta el hermano de una de mis pacientes que había padecido hacia un año un herpes zóster que traté satisfactoriamente con la fórmula ZONA. El paciente de 66 años es dueño de un restaurante gourmet y refiere haber padecido un herpes zóster agudo en torno a la Navidad pasada que se había extendido desde la 11a vértebra torácica hasta la 4a vértebra lumbar, así como por el lado izquierdo y anterior del tórax hasta el ombligo. Fue tratado con virustáticos y una pomada de zinc. Desde entonces padece dolores insoportables que solo responden parcialmente con dosis altas de analgésicos. Los dolores han aumentado en intensidad. Manifiesta no poder dormir y apenas tumbarse a causa de los dolores.

Hasta el momento no había tenido problemas de salud y estaba en buena forma. El restaurante solo lo abre aparentemente durante los fines de semana ya que le supone mucha fatiga y esfuerzo. En la exploración se aprecian nítidamente las lesiones curadas del herpes zóster.

Hasta la fecha había sido tratado con la siguiente medicación:

  • Aciclovir (5 x 800 mg/día)
  • Ibuprofeno (4 x 600 mg/día)
  • Novalgin (metamizol) (4 x 40 gotas/día) Tilidina (analgésico-opioide) (4 x 600 mg/día)

Desde entonces padece de estómago sensible y su presión arterial es elevada (hasta 200 mmHg sistólica).

Establezco la siguiente pauta de tratamiento para el paciente:

  • Fórmula de microinmunoterapia ZONA (4 x 1 cápsula/día) (apoyo inmunitario para infecciones por VVZ)
  • Fórmula de microinmunoterapia específica para la inflamación (2 x 1 cápsula/día) (atenuación de la inflamación y el dolor)
  • Vitamina B, coenzima Q10 (100 mg/día) [como calmante nervioso y tratamiento coadyuvante antiviral]
  • Vitamina C (2 g/día) [como calmante nervioso y tratamiento coadyuvante antiviral]
  • Lisina (1500 mg/día) [como calmante nervioso y tratamiento coadyuvante antiviral]
  • Luvos-Heilerde innerlich (2 x 1 cucharadita/día) (protección gástrica)
  • Aceite Aconit para el dolor (aplicado varias veces al día) (alivio de los dolores)

Al mismo tiempo se mantiene la medicación que recibe hasta la fecha, si bien se reduce la dosis de aciclovir a 3 x 800 mg/día.

Como el paciente vive a más de 200 km de distancia de la consulta, el seguimiento de su evolución se realiza por teléfono.

5 días más tarde y dado que se registra una mejoría de los síntomas, se reduce la dosis de Tilidina e ibuprofeno a 3 x 600 mg/día y de aciclovir a 2 x 800 mg/día. El resto del tratamiento se mantiene sin cambios.

10 días más tarde y puesto que los síntomas ya no son tan intensos, se suspende Tilidina y el aciclovir. La administración de ibuprofeno se reduce hasta 2 x 600 mg/día y de Novalgin a 3 x 40 gotas/día. El resto del tratamiento se mantiene.

17 días más tarde se mantiene la mejoría de los trastornos del paciente. Por tanto, se continúa con el mismo tratamiento pero reduciendo la dosis de la fórmula ZONA a 3 cápsulas/día.

30 días más tarde el paciente acude a la consulta visiblemente mejorado. Los dolores han remitido y puede dormir con un sueño reparador. Los problemas de estómago han mejorado. Ha vuelto a abrir el restaurante 6 días a la semana.

En la exploración se aprecia un menor enrojecimiento de la piel y la reducción de la sensibilidad al contacto.

Se le receta el tratamiento siguiente:

  • Ibuprofeno (1 x 600 mg/día)
  • Novalgin (metamizol) (2 x 30 gotas/día)
  • Fórmula de microinmunoterapia ZONA (2 x 1 cápsula/día)
  • Fórmula de microinmunoterapia EID (2 x 1 cápsula/día) (apoyo inmunitario)
  • Vitamina B, coenzima Q10 (100 mg/día)
  • Vitamina C (1 g/día)
  • Luvos-Heilerde innerlich (1 cucharadita/día)

Además, se le remite a Osteopatía para eliminar las adherencias.

44 días más tarde me llama por teléfono el paciente para hacerme saber que ha dejado de tomar analgésicos. Trabaja a tiempo completo y está plenamente activo.

Para los siguientes 3 meses le receto el siguiente tratamiento:

  • Metilcobalamina/adenosilcobalamina (7 gotas/día)
  • Fórmula de microinmunoterapia ZONA (2 x 1 cápsula/día durante 2 semanas y después 1 cápsula/día)
  • Fórmula de microinmunoterapia EID (1 cápsula/día)
  • Vitamina C (1000 mg/día)

En la última revisión el paciente sigue encontrándose bien y está muy agradecido por haber podido retomar su vida cotidiana normal.

Descargar el documento en PDF

Etiquetas:
¿Le ha parecido interesante?
No
Visualizaciones: 248
Scroll To Top